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Los retos del agua desde una perspectiva de género

Por Lisa Regourd en entrevista con Silvia Benítez, Gerente de Seguridad Hídrica de América Latina en The Nature Conservancy (TNC) y Juliana Delgado, Coordinadora de Ciencias de NASCA, TNC. 

El agua no solo afecta al ser humano porque es una necesidad para la vida biológica, sino también para la psique. El agua tiene una dimensión simbólica dentro del manejo del agua, en donde los valores ecológicos, sociales, económicos, políticos y culturales entran en juego. La alteración del acceso al agua está relacionada con la distribución del poder de decisión y en muchas partes del mundo, las desigualdades de acceso al agua perjudican a las mujeres. 

La importancia del género en la gestión del agua

El género es un concepto relacional que se refiere a las diferencias entre los roles, derechos y responsabilidades de mujeres y hombres. El género arbitra lo que es ser hombre o mujer, qué cualidades, comportamientos e identidades son propias de cada uno y que deben ser adquiridas en el proceso de socialización. Es una construcción social y una relación de poder, anidados en otras relaciones de poder (que sean la raza, la clase social, la edad, etc).

Hablando de temas de agua, ya sea a nivel local, comunitario, familiar, o bien, a nivel profesional, esas relaciones de poder entre mujeres y hombres se confirman. Tanto el mundo científico como el empresarial está dominado por hombres, así que las mujeres que lo integran deben imponerse para que su voz sea escuchada. Aunque actualmente las mujeres acceden cada vez más a posiciones de liderazgo, el manejo del agua es un sector controlado en su mayoría por hombres.

La gestión del agua ha estado en manos de hombres. Cuando he participado en distintos niveles de manejo del agua, he tenido que levantarme y aprovechar mi estatura para poner más peso en mi voz y en mi apreciación” dijo Juliana Delgado, Coordinadora de Ciencias de NASCA, TNC.

La presencia de las mujeres en la gestión hídrica de la región cada vez es más fuerte.
Seguridad hídrica y el género La presencia de las mujeres en la gestión hídrica de la región cada vez es más fuerte. © Kevin Arnold

A nivel local, sobre todo en las zonas rurales donde no hay acceso al agua, las mujeres tienen un papel muy importante. Según la ONU, entre las personas más pobres del mundo, aproximadamente el 70% de los que no tienen acceso al agua y al saneamiento son mujeres. Ellas tienen por ejemplo el rol de caminar varias horas para traer el agua a sus familias. Las experiencias de vida de las mujeres y de los hombres son diferentes y eso hace que la percepción del mundo cambie y las acciones concretas que proponen no sean las mismas. Tener ambas visiones, de las mujeres y de los hombres, es necesario para entender mejor los contextos y promover distintas acciones.

La Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente de 1992 (Río 92), reconoció el papel central de las mujeres en el suministro, la gestión y el mantenimiento del agua: "Las mujeres tienen un papel vital en la gestión y el desarrollo del medio ambiente. Su plena participación es, por tanto, esencial para lograr un desarrollo sostenible". 

El trabajo de grupos de mujeres en conjunto con los Fondos de Agua

Es necesario que los proyectos de conservación tengan una perspectiva de equidad de género. Para llevar a cabo un proyecto, es esencial comprender los desafíos de poder y el funcionamiento de las estructuras sociales y de toma de decisiones. Ello permite hacer un trabajo que tenga un impacto positivo en la naturaleza, pero también en las personas y así asegurarnos que la equidad será tomada en cuenta y que el proyecto no beneficiará solo a un grupo de personas.

De esta manera, los proyectos que involucran a las mujeres garantizan la sostenibilidad del uso del agua y la conservación del medio ambiente y, por otro lado, mediante el empoderamiento, garantizan el acceso de las mujeres a los recursos y permiten un mayor control sobre sus vidas. Por ejemplo, el Fondo de Agua FONAPA, en la cuenca del río Paute, Ecuador, trabaja en la conservación de un bosque protector que provee agua en conjunto con la comunidad local. Entre los miembros de la comunidad, hay un grupo de mujeres que se dedica a la plantación y al uso de hierbas medicinales. Gracias a la conservación de ese bosque y al abastecimiento del agua, pueden cultivar esas hierbas medicinales, que además de cuidar su salud, les permite generar ingresos.

los proyectos que involucran a las mujeres garantizan la sostenibilidad del uso del agua y la conservación del medio ambiente
Los FDA y las mujeres: los proyectos que involucran a las mujeres garantizan la sostenibilidad del uso del agua y la conservación del medio ambiente © Erika Nortemann/TNC

Retos y desafíos futuros

Como organización, TNC tiene principios muy fuertes que buscan promover temas de derechos humanos, de derechos de las mujeres, de diversidad al igual que los demás socios de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua. Por ello, es importante promover sistemáticamente espacios para que las mujeres puedan tener posiciones de liderazgo en el manejo del agua. Uno de los retos futuros en la implementación de proyectos será el desarrollar una estrategia específica vinculada a género, equidad y diversidad, que sea parte de los objetivos. Y así buscar dar voz a actores diversos y mostrar que las mujeres tienen realidades y experiencias de vida muy distintas conforme a su clase social, su pertenencia a una comunidad, o a su edad.

“Podemos impulsar y dar una mayor voz a estos actores. Tenemos las herramientas, solo debemos hacer un esfuerzo mayor para buscar encontrar esas voces” comentó Silvia Benítez, Gerente de Seguridad Hídrica de América Latina de TNC.

Podemos cambiar la trayectoria y así construir un futuro más igualitario y equitativo. No hay un conocimiento especial atribuido a un sexo, sino una construcción cultural y de comportamiento, que varía en el espacio y el tiempo. Fomentando proyectos que tomen en cuenta las diversas experiencias de vida, podremos permitir que los roles de género cambien con el tiempo y las circunstancias. De esta forma podremos alcanzar el objetivo conjunto de tener agua segura y de calidad para todos.